Tarta de Queso al Horno de Arguiñano | Completo Receta

tarta de queso al horno de arguiñano

Receta tradicional de tarta de queso al horno de Arguiñano

Esta receta, fiel al estilo de Karlos Arguiñano, se caracteriza por su sencillez y un resultado exquisito. Necesitarás una base de galletas, una crema de queso suave y cremosa, y un toque de acidez que la equilibra perfectamente. El horneado lento y cuidadoso es clave para conseguir una textura aterciopelada.

Para la base, necesitarás 200 gramos de galletas tipo María, 80 gramos de mantequilla derretida y una pizca de azúcar. Tritura las galletas hasta obtener una textura arenosa, mezcla con la mantequilla y el azúcar, y presiona la mezcla en el fondo de un molde desmontable de 24 cm de diámetro. Reserva en la nevera mientras preparas la crema.

La crema de queso se elabora con 500 gramos de queso crema tipo Philadelphia, 150 gramos de azúcar, 4 huevos, 100 ml de nata líquida y una cucharadita de esencia de vainilla. Bate el queso crema con el azúcar hasta que esté suave y esponjoso. Añade los huevos uno a uno, sin dejar de batir, e incorpora la nata y la vainilla. Vierte la mezcla sobre la base de galletas.

Hornea a baño María a 180ºC durante aproximadamente una hora y quince minutos, o hasta que la tarta esté cuajada y ligeramente dorada. Es importante que el baño María cubra al menos la mitad del molde para evitar que la tarta se agriete. Deja enfriar completamente antes de desmoldar y refrigerar durante al menos 4 horas antes de servir.

Una vez fría, puedes decorar la tarta de queso al gusto. Algunas opciones son: un poco de mermelada de fresa, nata montada, virutas de chocolate o simplemente un espolvoreo de azúcar glas. Se conserva en la nevera hasta 4 días.

Tarta de queso al horno de Arguiñano: trucos y consejos para el éxito

La clave para una tarta de queso al horno perfecta al estilo Arguiñano reside en la precisión. Utilizar ingredientes a temperatura ambiente, como los huevos y el queso crema, asegura una mezcla homogénea y evita grumos. Recuerda tamizar el azúcar glas para evitar cristales y conseguir una textura suave y cremosa.

Para un horneado uniforme, es fundamental usar un baño María. Introduce el molde con la tarta en una bandeja más grande, llenándola con agua caliente hasta aproximadamente la mitad de la altura del molde. Esto crea un ambiente húmedo que previene grietas y asegura una cocción lenta y pareja.

La textura final depende en gran medida del tiempo de horneado. Un horneado excesivo puede resultar en una tarta seca, mientras que uno insuficiente la dejará blanda. Comprueba la cocción insertando un palillo en el centro; si sale limpio, está lista. Deja que enfríe completamente dentro del horno, con la puerta entreabierta, para evitar un choque térmico que pueda provocar grietas.

Ingredientes esenciales:

  • Queso crema: A temperatura ambiente para facilitar su mezcla.
  • Azúcar glas: Tamizado para evitar grumos.
  • Huevos: A temperatura ambiente para una mejor emulsión.
  • Nata líquida: Para una textura más cremosa.
  • Galletas: Para la base, preferiblemente tipo digestive.

Recuerda que el reposo es crucial. Deja que la tarta repose en la nevera al menos 4 horas, preferiblemente toda la noche, para que los sabores se asienten y la textura se afirme. Servir fría, y disfrutar.

Variaciones modernas de la tarta de queso al horno de Arguiñano

La clásica tarta de queso al horno de Arguiñano admite infinitas variaciones. Podemos jugar con la base, sustituyendo las galletas María por otras como las digestive, o incluso por una base de brownie para un toque más intenso de chocolate. También podemos añadirle frutos secos picados a la base para mayor textura y sabor.

Para modernizar el relleno, podemos incorporar ingredientes como coulis de frutos rojos, mermelada de arándanos o un toque de limón para un toque cítrico refrescante. La adición de una capa de ganache de chocolate negro o blanco sobre la tarta de queso recién horneada aporta un contraste delicioso de texturas y sabores. Recuerda que la calidad del queso crema es fundamental para un resultado óptimo.

Una variación interesante es la incorporación de diferentes tipos de queso crema, combinando el clásico Philadelphia con quesos de cabra o mascarpone para aportar complejidad. La textura resultante será más cremosa y el sabor, más intenso. Experimenta con diferentes especias como la vainilla, la canela o el cardamomo para darle un toque personal.

Otra opción es elaborar una tarta de queso al horno con diferentes capas de sabor. Podríamos crear una base de galletas, seguida de una capa de queso crema clásico, una capa con frutos rojos y una capa final de queso crema con un toque de miel. La presentación se puede mejorar utilizando un molde desmontable y decorando la tarta con frutos frescos.

Para facilitar el proceso, puedes utilizar un robot de cocina para mezclar los ingredientes del relleno. Recuerda que el horneado a baño María es esencial para obtener una textura cremosa y evitar que la tarta se agriete. Ajusta el tiempo de horneado según tu horno y el tamaño del molde.

Ingredientes y utensilios para la tarta de queso al horno de Arguiñano

Para elaborar una deliciosa tarta de queso al horno al estilo Arguiñano, necesitarás ingredientes de primera calidad. La base suele incluir galletas digestive, mantequilla derretida y un toque de azúcar. Para el relleno, queso crema (tipo Philadelphia) es fundamental, junto con huevos, azúcar, nata líquida, y una pizca de esencia de vainilla. Recuerda que la calidad de los ingredientes influye directamente en el sabor final.

Para la elaboración, necesitarás un molde desmontable, preferiblemente de 22-24 cm de diámetro. Un buen batidor de varillas te ayudará a conseguir una mezcla cremosa y homogénea. Un horno previamente precalentado a una temperatura adecuada (aproximadamente 180ºC) es esencial para una cocción correcta.

Además del molde y las varillas, resulta útil contar con un cuenco grande para mezclar los ingredientes del relleno y un papel de hornear para facilitar el desmoldado. Un rallador puede ser útil si deseas añadir ralladura de limón o naranja a la receta, para aportar un toque cítrico refrescante.

La preparación de la base requiere un rodillo para triturar las galletas, aunque puedes usar una bolsa de plástico y un rodillo para facilitar la tarea. Un cuchillo afilado te ayudará a cortar la tarta una vez fría.

Finalmente, una vez horneada, necesitarás un lugar fresco para que la tarta de queso se enfríe completamente antes de desmoldarla y servirla. La paciencia es clave para conseguir la textura perfecta.

Preparación paso a paso de la tarta de queso al horno de Arguiñano

Para empezar, necesitaremos los ingredientes: 500g de queso crema, 200g de azúcar, 4 huevos, 100ml de nata líquida, la ralladura de un limón y una base de galletas (opcional, se puede hacer sin ella). Precalentamos el horno a 180ºC. Si usamos base de galletas, la trituramos y la mezclamos con mantequilla derretida para compactarla en un molde.

A continuación, batimos el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea. Incorporamos los huevos uno a uno, sin dejar de batir, y añadimos la nata líquida y la ralladura de limón. Es importante batir con suavidad para evitar que la mezcla se corte.

Una vez tengamos una mezcla suave y esponjosa, vertemos la preparación sobre la base de galletas (si la usamos) o directamente en un molde engrasado. Horneamos al baño María durante aproximadamente 50-60 minutos, o hasta que la tarta esté cuajada por completo. El baño María se realiza colocando el molde dentro de una bandeja más grande con agua caliente.

Para comprobar si está lista, introducimos un cuchillo o palillo en el centro; si sale limpio, la tarta está hecha. Dejamos enfriar completamente la tarta dentro del horno, con la puerta entreabierta, para evitar que se agriete. Una vez fría, la refrigeramos durante al menos 4 horas antes de servir.

Finalmente, desmoldamos la tarta con cuidado y la decoramos al gusto. Se puede espolvorear con azúcar glas o acompañar con frutos rojos. La tarta de queso al horno de Arguiñano se conserva perfectamente en la nevera durante varios días.

Conservación y presentación de la tarta de queso al horno de Arguiñano

La tarta de queso al horno de Arguiñano, con su textura cremosa y sabor intenso, requiere una atención especial para su conservación y presentación óptima. Una vez fría, se debe guardar en la nevera, preferiblemente en un recipiente hermético o tapada con film transparente, para evitar que absorba olores del frigorífico y se reseque. Se conserva perfectamente durante 3-4 días.

Para una presentación impecable, es importante desmoldar la tarta con cuidado. Si se usa un molde desmontable, desenganchar el aro con delicadeza. Si es un molde fijo, pasar un cuchillo fino por los bordes antes de invertirlo sobre una fuente. Un ligero calentamiento del molde con agua caliente facilita el desmoldado.

Se puede decorar la tarta con ingredientes sencillos que realcen su sabor. Algunas opciones son: un coulis de frutos rojos, unas hojas de menta fresca, un poco de mermelada de arándanos o una fina capa de chocolate fundido. La presentación dependerá del evento y la ocasión.

Consejos adicionales para una presentación sofisticada:

  • Utilizar una fuente elegante y del tamaño adecuado.
  • Acompañarla con una guarnición simple, como frutos rojos frescos.
  • Espolvorear azúcar glasé por encima para un toque final.

Recuerda que la temperatura ambiente ideal para servir la tarta es entre 10-12°C, sacándola de la nevera unos 30 minutos antes para que alcance la temperatura óptima y su textura sea más agradable al paladar.

Tarta de queso al horno de Arguiñano: preguntas frecuentes

La receta de Karlos Arguiñano para la tarta de queso al horno es famosa por su sencillez y resultado delicioso. Una de las preguntas más frecuentes es sobre el tipo de queso: se recomienda usar un queso cremoso como el Philadelphia, aunque otros quesos similares funcionan bien. Es crucial que el queso esté a temperatura ambiente para una mezcla homogénea.

¿Cómo se prepara la base?

Se suele utilizar una base de galletas María o digestive trituradas mezcladas con mantequilla derretida. La cantidad exacta dependerá de la receta específica, pero generalmente se usan unas 200 gramos de galletas y 80 gramos de mantequilla. Presionar la mezcla firmemente en el molde es clave para una base compacta y crujiente.

¿Qué tipo de horno y temperatura se necesita?

Se recomienda hornear la tarta a baño María para un cocinado uniforme y evitar grietas. La temperatura ideal suele estar entre 170-180ºC, y el tiempo de horneado varía entre 45 y 60 minutos, dependiendo del horno y el tamaño del molde. Es importante comprobar la cocción con un palillo; si sale limpio, la tarta está lista.

¿Se puede congelar?

Sí, la tarta de queso de Arguiñano se puede congelar una vez fría. Es recomendable envolverla bien con film transparente y papel de aluminio para evitar que se reseque o absorba olores. Descongelarla en el frigorífico durante varias horas antes de servirla.

¿Puedo usar un molde diferente?

Aunque la receta original suele usar un molde desmontable, puedes usar cualquier molde que sea apto para horno y baño María. Recuerda engrasar y enharinar el molde, o forrarlo con papel de hornear, para facilitar el desmoldado.

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Beneficios y valores nutricionales de la tarta de queso al horno de Arguiñano

La tarta de queso al horno, en la versión de Arguiñano o similar, aporta principalmente proteínas de la leche y el queso, importantes para la construcción y reparación de tejidos. Contiene también calcio, esencial para huesos y dientes fuertes, y fósforo, que colabora en funciones energéticas y metabólicas. La receta suele incluir huevos, fuente de vitaminas como la A y la D.

La base de la tarta, normalmente galletas digestive, proporciona hidratos de carbono, aunque en menor medida que otras recetas de postres. La cantidad de grasas dependerá de la receta específica, incluyendo la cantidad de queso crema y mantequilla utilizada en la base. Es importante tener en cuenta que el queso crema aporta grasas saturadas, por lo que su consumo debe ser moderado.

Un beneficio clave reside en la posibilidad de adaptar la receta a diferentes necesidades. Se puede reducir el azúcar, usar edulcorantes o incluso sustituir ingredientes para obtener versiones light o adaptadas a dietas específicas. Por ejemplo, se pueden utilizar galletas integrales para la base o queso crema desnatado.

Los ingredientes principales suelen incluir: queso crema, huevos, azúcar, galletas digestive, mantequilla, y a veces, nata o limón para añadir sabor y textura. La elaboración implica mezclar los ingredientes, hornear la base, mezclar la mezcla de queso y hornear la tarta hasta que cuaje.

El consumo debe ser moderado, dada su alta densidad energética. Se recomienda disfrutar de una porción pequeña como postre ocasional, como parte de una dieta equilibrada y variada. Su valor nutricional varía según la receta exacta y los ingredientes utilizados.

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